martes, 25 de mayo de 2010

¡Vaya marquito adorna el Bicentenario!

Y sí, hay una fiesta importantísima en Argentina, se celebra hoy el bicentenario de la Revolución de Mayo (cosa que se me hizo difícil entender porque tanta fue la pompa mal publicitada que juraba que era el de la Independencia, más consideración con los extranjeros como yo, ¡se me hizo un pastiche en la cabeza!) todo ha sido muy prolijamente preparado para los festejos y, debo decirlo, lo poco que he visto me ha parecido muy lindo, conflictivo para el buen funcionar de la ciudad a nivel tránsito y practicidad, pero lindo, por lo menos, y hasta emocionante.

Peeeeeeeeeero… diría un personaje muy conocido en mi país “¡Qué baiile con el bendito pero!” todo ha sido enmarcado por un desorden farandu-politiquero que me ha dado vergüenza y eso que no soy argentina de nacimiento. Todo ya tuvo un bonito antecedente en horas previas a la inauguración de las celebraciones: la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, le enviaba una simpática cartita al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, para decirle, palabras más palabras menos que no iba a la reinauguración del Teatro Colón porque le caía muy mal y le había sacado la lengua en el recreo… sí, está bien, esas no fueron las palabras, pero ¿no es eso lo que todos oímos realmente al saber el contenido de la carta y las “respetables” razones que la señora esgrimía para no ir a uno de los actos más importantes en el ámbito cultural y a razón del mismo Bicentenario? ¿Y qué me dicen de la respuesta de Macri, enviada a Cristina y a Twitter al mismo tiempo? “aanda anda no seas boludita ¡tonta! Vente y te prometo no halarte las trencitas” acompañado eso con un “vea maestra, soy buenito y yo intenté”. Luego me entero por el bendito y alabado Twitter que la Excelentísima Presidenta, había pedido 1200 (pongámosle dramatismo y digámoslo en letras para que suene más rimbombante: ¡¡MILDOSCIENTAS!!) butacas reservaditas para ella y sus compañeritos de escuela… ¡joder la mitad del Colón! Y, como el otro excelentísimo opositor PRO tampoco se queda atrás parece que le dijo que ni quinientas porque ella también le caía mal y no le simpatizaba el número de tinte que estaba usando este mes la gran señora, que, quiéralo o no el señor Macri y la mitad de los argentinos, resultó ser casualmente la Presidenta.

Bien, críticas más, críticas menos la señora no fue y Macri se sentó contentísimo dando palmaditas de alegría solito en su acto PRO que realmente debía ser un acto pro-cultura, pro-patriota, pro-evolución, todo eso sin las mayúsculas Macri, que tampoco la cosa era tuya. Al final, hasta mejor que no haya estado Cristina y ojalá tampoco hubiera estado Macri, cosa que les parecerá rara, prefiero que haya estado Fort y Rial, la verdad, fuera de las simpatías menemistas que uno tiene y las “narvaístas” o macristas del otro, son más representantes de la cultura de este país que Macri y Fernández, mal que nos pese.

Pero la cosa no queda ahí, no señor, ¡si es que en esta política farandulera que nos rodea no nos curamos de espanto! Resultó que cuando uno, televidente curioso, patriota, fastidiado o simplemente farandulero, sintonizaba el canal 7 (canal del estado)para ver cómo iban los festejos y no perdernos del maravilloso map 3D que se desplegaba sobre la fachada del Colón, se encontraba con un cartelito de “Mírelo eh, maestra, mírelo eh, el jefe de gobierno, Macrito, le vendió los derechos exclusivos a mi enemiguito Clarín y no me dejan transmitir en vivo la reinauguración del Colón”, entonces uno, indignado con el señor gobernador, se iba a sintonizar canal 13 para comprobar semejante atrocidad y, al final del acto, se encontraba OTRO cartelito de “Mentira maestra, mentira mentiritas, todo mundo tenía acceso a transmitir el evento siempre y cuando me hubiera avisado antes, con tiempito, para engancharse con la señal de Clarincito ¡y ella no me dijo nadita! Lo que pasa es que ellos no quieren transmitir un evento eminentemente macrista” y uno se queda con cara de “señorita maestra Jimena” (o sea de idiota), como nos quedamos siempre, sin saber quién diantres miente y, en dado caso, qué coño me importa a mí qué tan mal se caen y si uno le jaló la colita a la otra y la otra le pellizcó el brazo por debajo del pupitre, ¡que lo relevante es la celebración de un evento TAN IMPORTANTE y no sus diferencias políticas! Y, además uno piensa ¿cómo les hago entender que el Teatro Colón y las celebraciones del Bicentenario no son “macristas o kirchneristas” son argentinas ¡y se los dice una Venezolana que sabe lo que significa que politiqueros baratos y represores te secuestren la patria y no puedas siquiera usar en paz tus símbolos para no ser identificados con ciertos sectores políticos!

En fin, argentinos, lo que saco en positivo de todo esto es ver a la gran cantidad de gente que se pasó bien por ahí abajo lo que llamaré EE (Estupidez Ejecutiva) y se aglomeró en toda la 9 de Julio, incluido el Teatro Colón, para celebrar el nacimiento de la libertad de su patria y la reafirmación de que son un país que se preocupa por la cultura de sus habitantes, libres de ideologías y llenos de mucho amor a su tierra. Defiéndanlo, es horrible cuando se siente que lo han perdido. Así que saquemos fuera de este marco tan triste la foto de este momento importante y disfrutémoslo todos como debe ser, sin ellos, con nosotros mismos.
Y Feliz día de la patria, su patria y hoy la mía, argentinos.

AGM.

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