martes, 25 de febrero de 2014

Por la Venezuela que recuerdo, la que quiero que volvamos a ser...

Iba acomenzar este escrito diciendo que soy una anónima, pero no, no lo soy porque hoy yo soy Venezuela, allá donde voy, aquí donde vivo, ahí donde digo “hola” y alguien me pregunta al sentirme el cantaíto “¿de dónde sos?” y yo con orgullo le contesto: soy venezolana. Sí, como esta mil cartas hemos hecho, yo y esos otros que también se llaman Venezuela,pero no puedo más que desgastarme en letras porque es lo que sé hacer, no sé hacer videos, soy malísima para idear pancartas concisas y contundentes, si tiro una piedra tengo tan mala puntería que seguro la convertiría en boomerang y me daría a mí misma, mi voz no es tan fuerte para gritar y que se destaque entre la muchedumbre que protesta pero… pero tengo estas letras y sí, necesito decir que estoy en disenso y que estoy llorando, mucho pero no quiero que esta vez sea en silencio. Explicar las razones por las que protestamos los venezolanos es redundar para muchos, lo sé, solo les escribo esto, a quien quiera leerlo para lograr despertar en ti,en ti, en vos, en usted, en vosotros, una pequeña empatía que les despierte un poquito, tan solo un poco, de lo que siento y tal vez entiendan por qué nos duele, por qué me duele tanto. Gente, me duele y hago esta carta bien largota porque mi idea no es que se convierta en viral en internet, no quiero figurar ni sacar rédito de mi duelo, no me importa donde la lean con tal de que lo hagan y se den cuenta de por qué estamos todos tan descolocados, por qué esos venezolanos que siempre fuimos conocidos como dicharacheros, bromistas, hasta agrandados, ahora parecemos tan tristes, tan molestos y cantamos a cada rato, ya no como loros, el himno nacionalentendiendo clarito eso de “abajo cadenas” y se nos quiebra el grito de “gloria al bravo pueblo” pensando en los estudiantes y sociedad civil que está llevando muerte a su casa a cambio de pelear por un mejor país. El venezolano no era conocido como un emigrante en el mundo, al contrario, éramo sun país donde no había frontera cerrada para nadie, las guerras, guerrillas,dictaduras y hambrunas mundiales le dieron a mi tierra la maravillosa oportunidad de convertirse en plural y tener uno de los mestizajes más profundos del mundo, no hay rincón de mi país donde alguien no tenga un familiar europeo, por ejemplo, llevo hasta en mis apellidos esa prueba. Les voy a contar cómo era el país donde yo pasé mi infancia: los abastos eran casi exclusivos de los portugueses y creo que había más Funchales que en Funchal; la gastronomía italiana tenía en Venezuela una de las mezclas más interesantes y sabrosas en los miles de restaurantes que regaron por todos lados, academias de flamenco prosperaban mientras la vecina nos hablaba en una perfecta pronunciación española que en treinta años no había perdido ni un poco y eso era absolutamente normal. Un Haitiano, bien negrito y de sonrisa blanquísima,me vendía los palitos de helado y muchos colombianos nos vivían peleando el gentilicio de la arepa entre risas y dominó; sabíamos lo que podía resolvernos un “arroz a la cubana” porque no había cubano que no supiera lo fácil y económica que era esa comida. Mi abuelo no había tango que no cantara y la gente en general se debatía entre seguir a la selección de Brasil o deArgentina en el mundial porque nosotros lo que hacemos es béisbol, el fútbol era de esos grandes. Uno de mis primeros noviecitos era chileno y tuve mi primer guayabo cuando se devolvió para Chile. La Guyana era “Zona en reclamación” nuestras Malvinas pues, y echábamos chistes de argentinos y gochos y gallegos con una facilidad pasmosa porque siempre había alguno de esos representantes cerca para echarle broma. Crecí harta de escuchar y cantar el himno tooodos los días como una lorita sin entender nunca esa letra y el empeño en que nos aprendiéramos cada estrofa y en orden apesar de que me parecía eterno, hasta me acuerdo que una vez nos hicieronanalizarlo y pensé “coño pero qué enrevesados para decir las cosas, esto seguro lo escribió un maracucho” pero sí me encantaba la bandera, me parecía tan bonita, las estrellas, siete, y ese escudo con un caballo brioso y blanco; a la vista ese tricolor, con los colores primarios, siempre es tan agradable y alegre, como mi pueblo, esos sí me parecían muy apropiados. Los grandes problemas de la sociedad del momento eran que subía o bajaba el dólar, que el petróleo cotizaba más o menos y se discutía en la calle, algún que otro “resuelvetodo”, que no podía ser que fuéramos un país monoproductor si teníamos tantos recursos; tal vez alguien insultaba por dentro al gobierno cuando tenía que ponerle, de los cinco tipos, una gasolina de menor octanaje porque no le alcanzaba ese día para una más pura “coño voy a hacer mierda el motor” uf eseera un gran problema. Y me acuerdo que a todo el mundo le encantaba comprarse algo importado y lo exhibíamos todos orondos. Me iba con mi prima a ver los ensayos de la Orquesta Sinfónica y nos poníamos bien bonitas, a lo sumo nos fastidiaba que nos dijeran cosas en la calle, pero nunca tuvimos miedo de parecer oligarcas o imperialistas por estas bien vestidas. Por supuesto, el director de la orquesta ni pensaba en el líder de turno ni en su influencia sobre su música, la hacía y ya. Toditos éramos bolivarianos porque qué orgullo que Bolívar fuera nuestro y que nadienos viniera a contar las verdades de sus locuras o sus devaneos amorosos, que ese señor era un libertador y se respetaba, punto, tanto que sí, muchos venezolanos nos sabemos de memoria sus pensamientos diseminados en cartas y tratados y muchos hasta pensábamos que aquello de “pueblo unido jamás será vencido” era una frase de él. No lo cuestionábamos, si era tan brillante seguro eso también lo había dicho él. A veces voy caminando por la calle y veo a todos serios y sonrío, porque eso aprendí en mi país cuando era chiquita, el venezolano que yo conocí era de gesto relajado, hablador hasta por los codos con cualquier desconocido en una tienda, en el metro, en el autobús… el venezolano que yo conocí no era desconfiado, era amigable, solidario y llamaba hermano a todo el mundo, bueno, “mano” porque nos comemos las letras con la misma facilidadque una buena arepa. Y quiero que nos sigan conociendo así, por eso intento desesperadamente, aunque me cuesta, no llenar estas letras de consignas o esas imágenes terribles de una bandera desgarrada o llena de sangre. Confieso que para protegerme de eso pasé tiempo, largo, intentando no saber, no ver, no enterarme de lo que pasaba en mi país pero es tan imposible hoy, tanto como no decirles que no tengo fuerza para rendirme, no ahora que parecen escucharnos en nuestras más terribles horas. Quiero aprovechar esto para que les duela, como a mí y provocarles ganas deconocer esto que he descrito que somos, que fuimos, que añoro que volvamos a ser. Adriana Guerrero. Febrero 2014

jueves, 8 de julio de 2010

De los medios y el maltrato

Hace semanas estoy viendo con horror, para decirlo de la forma más cursi y común porque no me da la originalidad para adjetivarlo de otra, cómo en los medios no solamente se ventila el maltrato a otro ser humano, y nótese que no hablo de mujer exclusivamente, hablo de cualquier ser humano que, estando en inferioridad de condiciones, es maltratado emocional, psíquica y físicamente.

Comencemos con el caso más criticado: Victoria imbécil Vanucci y el Ogro malnacido Fabbiani. Resulta que en una especie de “chiste interno” todo mundo notaba fácilmente en el medio un “apocamiento” de la mencionada modelo, miedo en su cara, inseguridad en sus acciones, nerviosismo en sus palabras; la verdad yo no notaba nada, pero uno, asistente mudo de esa pastillita de opio venida en forma de pantalla encapsulada, creía que si tanto roncaba el río alguna piedrita mínima traía. En fin, casi con aires de victoria (juá, qué irónica la casualidad con el nombre de la “maltratada”) un día los medios se desayunaban con una bandera de ¡exclusiva exclusivaaaaaa! Cuando la muchachita se dignó a hacer una denuncia. Durante casi una semana se le sacó jugo hasta a las semillas de esa fruta mostrándonos incluso una denuncia y testimonios (gente de la policía ¿me quieren decir dónde está la seriedad del sistema judicial si cualquier tipo en la TV puede tener acceso y mostrar un documento que debería ser privado y tomarse con un mínimo más de seriedad?) y la “maltratada” se vistió de “maltratadora” gritándole a periodistas que no se metieran en su vida (¿tienes idea de en cuál cajón de zanahorias perdiste ese derecho Vanucci?) y ¿saben por qué? Porque esto del maltrato se da con aquellos que tienen “poder” y aquellos que no lo tienen, en este caso el poder lo ejerce ella porque los medios, tan carroñeros como se comportan, se alimentan de la porquería que van dejando estos seres tan tristemente famosos, y se las dan de dignos pero, convengamos, son simples instrumentos que se alimentan de la bosta que los nuevos pseudofamosos van dejando ¿o me equivoco?

Pum, veamos el segundo tiro: Vanucci se desnuda, se empegosta de sangre artificial y se muerde el labiecito para ganar bastante plata y no dejarse ver como niña maltratada porque, si lo es, le importa un soberano bledo. Ahí saltaron dignos los periodistas todos, la señalaron como que se burlaba de las mujeres maltratadas, que le daba una bofetada a aquellas que no pueden salir de ese infierno y no tienen cámara para defenderse (¿alguien me explica el exabrupto? Las mujeres no deberían necesitar cámaras sino sistema judicial funcional) Pero, qué baaaaaile con el bendito pero, ¿me equivoco o son los mismos periodistas que se matan de risa con la pobre mujer que va con pepas en la cara, culo caído y celulitis hasta en los dientes a ser, si no la novia de Fort, su sirvienta a cambio de un “listiin”(SIC)? ¿me fumé el control remoto o hablamos de los mismos periodistas que se matan de risa de la miseria humana de un hombre travestido que grita a todo viento que es una diva y que va a girar tanta carta documento que será suficiente para empapelar el fálico Obelisco?

Días después un guardaespaldas usado de payaso por Tinelli es echado de su trabajo y vapuleado porque aún siendo “tímido y mudo” tenía más protagonismo que la niña mimada del chocolate, Fort; el tipo era un empleado, el poder lo ostentaban el deforme y el verde (porque Tinelli, no sé qué te pasó o si era tu mujer la que te ponía en vereda, pero luego del divorcio pareces un decadente viejo verde descontrolado y desbordado, haciendo cualquier cosa por el éxito de tu programa) y de todo se dijo, de todo se hizo, y contra todo pronóstico el tipo no cayó en chantajes y los mandó a la mierda, pero con una fama que no quería y no sabe manejar y un trabajo menos y estos tiburones, que manejan este podrido medio y, además, tienen el poder económico, hicieron de todo para dejarlo bien mal parado, tanto que usan su imagen, impunemente, para ser maltratada de verdad, a punta de golpes, escupitajos, insultos “de mentirita” pero decadentes…

Y eso, también ES un maltrato.

La cosa, obviamente, no se detiene ahí, pum, vamos a otro disparo: La tipa con cara de yo no fui que trepó bastante en dólares pero se atrevió a cansarse de la humillación pública, Virginia Gallardo, de ahora en adelante conocida con el epíteto de “la que se atrevió a decir que no”. La tipa, no crean ustedes que es que se preocupó por el maltrato que ya recibía otra mujer, Silvina Escudero, sino que no se calaba ser tan abiertamente la cornuda del pueblo y de la fábrica de chocolates, agarró sus cachachás y dejó al tipo al que lo peor que le puedes hacer es dejarlo en evidencia y dejarlo sin que él te haya dejado previamente (sí, suena estúpido pero así de absurdo es totalmente real, él se indigna porque lo dejen luego de que él patea pero más si es que previamente él no lo ha hecho) Bueno, me disperso, la que se atrevió a decir que no pues, le dijo que no, mil veces, y resultaba hasta bufonesco verlo decir “pero no te entiendo, no sé qué me quieres decir” y la otra desgañitándose un no por triplicado y devolviendo un anillo que ya sabíamos todos que era de “Tifanis” (sic) y que la tipa le había costado mucha plata y que ya no tenía Mercedes ni departamento y bla bla bla… todo un circo de la humillación y la bajeza, por parte de ambos, seamos claros, porque si bien la que se atrevió a decir que no, parecía más digna, no ha dejado de usar su “poder” y se va llevando por el camino a cuanta otra arrastrada (LoRe implicitus) había en el camino y las nuevas que pretendan dejarla sin su tajito (Ericas varias) lo que me lleva a otro pum disparo: Castings para ser acompañante prostituta, perdón, novia de adorno, de Fort.
Y ahí volvemos a los que ostentan el poder y los que no tienen ni poder de pensamiento, ni siquiera el poder de la dignidad, Tingueli (como le dice un querido seguidor) suelta uno de sus cada vez más desubicados chistecitos y dice que va a prestar su prestigiosa productora para hacer un casting de novias y sale el otro feliz y contento saltando cual señor cara de papa con resorte a decir que sí, que como todas dicen que él les ofrece plata, ¡él va a escoger una para darle plata! (sí, inteligente respuesta pero muy obvia, aunque, nota aparte, por un momento creí que alguien lo estaba asesorando mejor pero no, fue una ilusión provocada por la sed de algo mejor en la TV y se me dio un oasis falso del que prometo que ya me recuperé) ¿hace falta que hable del maltrato a cuanta pobre mujer tonta y con escasos recursos intelectuales y morales apareció como carne de cañón para toooodos los programas de la tarde postulándose para tan dudosamente meritorio puesto laboral? Por supuesto en Ideas del Sur lo que llega son aquellas “trabajadoras VIP” que ya ha conocido el medio y han conocido a medio mundo privadamente y desfilan sus ganas de ponerse y reponerse siliconas en el cuerpo hasta quedar deformes cual Fort diseñe a su imagen y semejanza.

Pero no, no señor, se viene uno de los peores pum del día, uno que yo misma presencié y que me decidieron a escribir este testamento en el que pocos llegarán al punto final: Una suerte de monstruo deforme que no es ni hombre ni mujer, muy mal comparado con un hipopótamo, conocido como Oggi Junco, va hoy a ejercer su derecho mediático de una silla frente a la TV en uno de los programas más vistos de chismes varios de la tarde a decir que no hizo algo que sí hizo, y ¿saben por qué lo sé? Porque por cosas del perverso destino yo estaba ahí, a dos pisos de distancia y les narro a continuación lo que yo viví: entro al lugar en cuestión y por casualidad veo pasar a este personaje como alma que lleva el diablo hacia adentro del edificio, le comento a mis padres que ahí iba otro mediático de los que ellos tanto se ríen y se sorprenden de que existan (comprendan, somos venezolanos, estamos acostumbrados a unas aberraciones, más de tinte político, y no a éstas como bien sería a la inversa) y les cuento medianamente de quién se trata, sin embargo como nos ocupaba otra cosa no hablamos más del caso. Subimos a uno de los departamentos, dos pisos debajo de donde acontecieron los hechos y minutos después empezamos a escuchar a una mujer pidiendo auxilio, tan desgarradora y desesperadamente que mi mamá comenzó a ponerse nerviosa y mucha gente se asomaba a las ventanas interiores de la torre; se escuchaban golpes contra muros, cosas quebradas, gritos de ella, solamente de ella, y cada golpe sonaba como si se fuera a caer el edificio entero. Lógicamente llamamos a la seguridad del edificio y a la policía. Como 15 minutos duró el escándalo y de repente un portazo. Estuvimos un rato asustados, nosotros dentro de uno de los departamentos y los demás dentro de los suyos. Al bajar el alma de periodista de mi mamá y la mía nos hizo esperar a la policía, que llegó como media hora después, tres funcionarios, le preguntamos a uno al bajar y nos dijo que había efectivamente una mujer muy golpeada y esperaban al SAME porque estaba todo muy mal en ese departamento, que el culpable ya no estaba y que no sabían quién había sido. Por supuesto yo nunca relacioné, hasta hoy, al boca de hígado podrido de Oggi Junco, con este episodio, apenas me interesaba la salud de la mujer. Al llegar la ambulancia esperé, pregunté a uno de los paramédicos al bajar y nos dijo que la mujer estaba muy lastimada y que no había podido decir mucho pero que parece que la había golpeado “una amistad de ella” que se había ido ya. Lo último que supimos ese día es que estaba tan mal que tenían que bajarla en silla de ruedas y que el departamento estaba destrozado.

Hoy me sorprendo al ver que esta historia era realmente que Oggi Junco le había dado una paliza de la nada a una tal Lucrecia Ceballos, con antecedentes psicóticos ella, que vive sola en ese edificio y, al parecer, le había rayado el auto a un “afecto” de este tipo por lo cual pues, cual animal de arena griega, se fue a “hacer justicia” y descargarle su ira a golpes. Pero ¿saben qué me sorprende más? Que a la golpeada Jorge Rial, el mismo que puteó hasta el cansancio a Victoria Vanucci por “burlarse de las mujeres golpeadas y cagarse en ellas” (sic) hoy llamaba a Lucrecia Ceballos “mortadela” y se reía con Oggi de cómo esta tipa había saltado a los medios con ese nombre gracias a que Mariana Nannis, esposa de Claudio Caniggia, al enterarse de que el jugador la había tenido de “amante” declaró que éste “no iba a cambiar caviar por mortadela”… Oggi, visiblemente nervioso al mentir, dijo que no veía a esta mujer desde el jueves y que el viernes pasado, cuando le dio la paliza, no había ni siquiera ido a ese lugar; yo, a santo de no poder creer lo que veía, por twitter le escribí a Jorge Rial y a Luis Ventura que yo estaba ahí, que presencié todo, que vi al tipo entrar como loco, que escuché los golpes, que supe el estado en que había dejado a Lucrecia, todo esto sin respuesta más que las matadas de risa que se echaban en el piso de Intrusos y yo me pregunto ¿con qué moral descalifican a Vanucci si hicieron exactamente lo mismo pero sin maquillaje para la producción fotográfica?

¿Saben qué pasa? Que en este medio el tema del maltrato es como la serpiente que se muerde la cola, aquí el más “fuerte” se come al débil y punto, nadie tiene moral ni compasión, ni solidaridad por el maltratado. Ahora mismo veo a RSM burlándose de la situación titulando este caso como “riña de gatos” y al impresentable de Tortonese muerto de risa mofándose a su forma horrorosamente grotesca, como todo él, de lo que al final es: un hombre, bien grandote, que le pegó a una mujer, drogada, loca, psicótica, puta NO IMPORTA a ver si entienden, es una mujer que estaba sola y fue ultrajada por un hombre.

En fin, cabe indignarse ¿verdad?

Esta noche seguro veremos más muestras, sintonicen, aprendamos todos a pisar al que sea más débil.

AGM.

miércoles, 2 de junio de 2010

Una "FORTuna" es NO conocerte

Me había negado a escribir sobre él, me había propuesto a comentar de este personaje en casa, con mi esposo, tal vez mostrándole a mi hijo esa suerte de dibujo animado hecho humano tipo copia de Johnny Bravo luego de la quemazón y lo que NO debe ser alguien en la vida, mas evité a toda costa hablar de él y venía airosa…
Peeeeeeeeero…

Es que se hace inevitable si de alguna forma uno se siente con la responsabilidad de hablar, con conocimiento, sobre la realidad televisiva argentina. Y se hace inevitable porque el tipo, Ricardo Fort, si no está en el inodoro es porque no hay medidores de rating en el desagüe, porque sino el tipo estaría sacando una marca de papel sanitario donde un cuadrito sería dedicado a su mandíbula y otra a su cara, así si uno quisiera limpiarse bien bien pues tendría a juro que depender de toda su excesiva cara, como todo en él.

Al principio intenté ver el mundo desde sus ojos tan atrofiados por esa crianza tan terrible que él cuenta, por ese desdibujamiento de la realidad que nos hace el dinero en exceso y el afecto en defecto. Pensé, y sigo pensando, que es un niño grande, con lástima incluso, con pena por su tan artificial vida sumada a punta de dólares, hasta con un sentido maternal pensé “pobre chico, cuánta falta le hace un afecto de verdad y un par de buenas nalgadas, pero no es malo, tampoco es malo”… y continuando en la necesidad de buscar algo bueno en todo también he pensado que está fabuloso eso de ir siendo claro en la vida, de plantarse y no aminorarse ante tanto personajillo nefasto de televisión que hay taaantos y tan variopintos que mientras más los veo más me indigna que nadie pueda ponerse los puntos claros en el medio. Pero este tipo parecía poder hacerlo y plantarse bien y hacer que otros se callaran de una vez por todas en su mediocridad y ser humillados como humillan a diario nuestro sentido de inteligencia poniendo su cara patética en TV por todos lados por acostarse con la persona indicada o por hacer el ridículo de la forma más indigna. Va, eso es otro tema. La cosa es que llegó esta suerte de salvador nuestro de Zulmas Lobatos varias y Ricardos Garcías varios. La pregunta es ¿quién nos salva ahora de este tipejo? Él pudo callar a un montón ¿quién será que lo va a callar a él?

Tal vez porque yo no tengo intereses dentro de la televisión, tal vez porque aún no soy periodista, tal vez porque nadie me ha enseñado esa suerte de código patético donde ante el poder y el rating hay que callarse y calarse al más imbécil cuando pega cuatro gritos y muestra su colección de relojes, tipitas tristes y arrastradas, pendejitos de dudosa identificación sexual (dudosa no por reprobable sino por ambigua) y guardaespaldas innecesarios (sí, cosechas odios y tienes plata mijo, pero créeme que más personas de las que piensas te tienen suficiente asco como para ni querer tocarte que las que crees que quieren perder su tiempo en hacerte algún daño). Tal vez por todo eso yo me pienso miles de respuestas para poner en su sitio a este tipo y con dos deditos de frente nomás, que él no tiene ni medio.

¿Ejemplos?

1.- Bailarín de Paddy Jones: “Puedes decirme que no te gusté lo que hice pero lo que he bailado es salsa (…) hace catorce años que doy clases y ésta no es la salsa de Cuba pero es salsa”

Fort y su respuesta absurda: “yo tengo 40 años y he vivido en Miami y he visto mucho baile y esto no es salsa” ¿¡!?

Mi respuesta hipotética: “tienes 40 años desperdiciados de los cuales algunitos fueron en Miami (y la mitad la perdiste en quirófanos) donde hay tanta mezcla cultural que lo que viste seguro no es salsa tampoco. Cuando vivas en Cuba, Puerto Rico, Colombia, Venezuela o cualquier país del Caribe hablamos de la verdadera salsa que, a juzgar por lo que he visto TAMPOCO sabes que es”

2.- Virginia Gallardo: “Yo preferí abrirme porque todos los días se enamora de una distinta” (ahorrémonos el chiste obvio)

Fort y su respuesta absurda: “¿Ven? Ella nunca me ha querido”

Mi respuesta hipotética: “Claro que nunca te he querido, lo sabe todo el mundo, lo que no saben son los detalles, o te callas o los cuento y hazme el favor y me pagas completo”

Y se me ocurren miles más, pero me busqué los más light ya que el problema de este tipo es que últimamente no solamente me parece un niño malcriado y “malaprendido” sino, definitivamente una mala persona, muy, muy mala persona. No, no tiraré la primera piedra y diré que no me alivia cuando alguien que me ha dañado sufre un poco de su propia medicina, que no me entra un respirito cuando me siento “en el pórtico de mi casa a ver el cadáver de mi enemigo pasar” pero es que yo entiendo que eso es una metáfora, incluso hasta pacífica, para que uno entienda que cuando alguien te ha hecho algún mal verás que debes seguir adelante y la vida sola se encarga de darte el “gusto” de ver cómo lo paga de alguna u otra forma. No se trata de perseguir, acosar, presionar y hostigar de tal forma a una persona hasta llevarla a las situaciones más límites que el estrés y el estado emocional pueden soportar.

Es muy irresponsable culpar a Ricardo por la muerte de nadie, pero sí puedo escupirle en la cara lo repulsivo que me resulta ver cómo se burla del fallecimiento de quien supo elegir alguna vez como su productor, solamente porque con él tuvo un desentendido, uno más de los miles que tiene este niño en su cabeza retorcida porque todos se equivocan menos él. No, no puedes salir el mismo día a decir que es el mejor de tu vida, hay familia, amigos y personas que, como yo, sabemos qué tan importante es la salud emocional, que nos resulta innombrable esa actitud tan baja, tan vil; no se trata de simple soberbia, se trata de ser, con todas sus letras, un hijo de perra. A ver, este ser de poca monta y mucha plata no puede ni sabe entender que debe respetar a quienes saben más que él de alguna cosa (que al final resulta saber cualquiera más que él de cualquier cosa porque, aclaremos de una vez, este tipo lo que sabe es gastar plata MÁS NADA); pero no solamente eso, tampoco sabe el valor humano, él mismo y sus implantes tienen ya muy poco de eso. Sí, uno no puede ser facilista y decir “es culpa tuya” pero sí puede decirle al tipo que solamente un ser tan inhumano puede llevar a otro a tal nivel de angustia como para hacerle quebrar la estabilidad emocional; que solamente un tipo tan lastimoso puede creer que realmente es alguien al ver cómo sistemáticamente humilla a quien lo conozca y tenga la mala suerte de firmar algo, hasta una servilleta, con él.

Solamente he visto a una persona capaz de ponerlo en su sitio y es porque ante su sencillez y desinterés por la plata o por mantenerse en el medio (o el trabajo en el medio) el tipo simplemente no pudo hacer más que meterse la lengua agangrenada que tiene por donde (creo) aún no ha entrado un bisturí; es Fabio Eduardo Moli, conocido como la “Mole Moli” (el creativo de ese nombre se mató la neurona ¿no?) quien demostró que no hay que ser una lumbrera para frenar a este “tren” como él mismo se llamó en su egolatría exacerbada. Y es que como dicen en mi país “mapurite sabe a quién pea” y si algo “positivo” le queda a Fort es saber claramente el sentido de oportunidad, pero no para entrar sino para no perder protagonismo. En su afán de meterse con todo el mundo sin límites se encontró con una pared de tal indiferencia que, además, levantaba tanta simpatía que recogió rapidito la cuerda y prefirió mentir sus “disculpas” como lo ha hecho en alguna otra oportunidad.

Yo misma me pregunto a qué viene este desahogo: sencillo, uno se va saturando la garganta de tener tantas respuestas para humillar, acallar, zarandear a este tipo y ver que la gente que representa la “cultura” de este país no tenga, ninguna, la capacidad de decirle ni la mitad de lo que cualquier persona normal le diría, normal e inteligente, como deberían considerarnos a todos y más nosotros a quienes nos representen culturalmente.

Lo más triste de todo esto es que este tipejo, Ricardo Fort, es un producto de los medios y por tanto un producto de nosotros; veo viejas, niños, hombres y mujeres esperando para tomarse una foto con él y yo, que con su sola imagen me acuerdo de “Barbilla Roja” el de “Los Padrinos Mágicos” y si no me causa risa me causa repulsión, no puedo explicarme qué necesidad hay de querer retratarse con semejante estampa que, además, guarda semejante alma tan pobre y, repito, lastimosa.

Y para mí lo más triste es darme cuenta que si uno gasta tiempo y energía en este hombre tampoco hace nada productivo, es el primer artículo que escribo que no me complace para nada y siento que tampoco sirve de algo. En fin, mejor me quedo “aFORTunada” de no conocer personalmente a este tipo y pienso en la Utopía de que en algún momento éste, como otros, se terminará de fagocitar y nos complacerá con su ausencia. Ojalá se devuelva a ser lo que era en Miami, otro ordinario más que no hallaba en qué gastarse la plata, pero lejos.

AGM.

viernes, 28 de mayo de 2010

Una disculpa y una crítica histórica

Bueno, hoy tenía decidido escribir sobre lo mal que nos tratan muchos taxistas al llevarnos como ganado por las calles de Buenos Aires, esto a raíz del accidente que tuvo Matías Alé, pero resultó que esta vez la responsabilidad no fue del taxista. Por lo que pude saber le pegaron tremendo tortazo por detrás y por eso el joven artista sufrió politraumatismos de los que ya se recupera. Entonces no me queda otra que disculparme por adelantarme a los hechos y pensar de una vez que la culpa era del taxista. Igual ya en otra oportunidad tocaré este tema, no crean que se salvan.

Entonces me había quedado, una vez más, sin tema para el blog hoy. Pero salió un twittero salvador y me preguntó qué opinaba sobre la profesora que en una escuela de La Pampa había colocado entre los “Personajes del Bicentenario” al General Leopoldo Galtieri y al General Julio Argentino Roca en sendos cartelitos que llevaban unos niñitos en uno de los tantos “Actos Bicentenarios” que seguro se hicieron en todas las escuelas del país.

Haciendo historia para tontos, o sea, poniéndolo en frases fáciles y bien resumiditas para que todos entendamos: Ambos presidentes de la Argentina, en distintas circunstancias claro y muy distintas épocas, pero sí, lo fueron (aunque Galtieri formara parte de una Junta Militar), ambos asesinos y, por supuesto, ambos odiadísimos. Uno actante y cómplice de una herida que aún no se le cierra a los argentinos: Los desaparecidos; otro igualmente protagonista de una suerte de genocidio indígena para ganar más tierras a Argentina. Bien, sí, qué malos los tipos, qué feo lo que hicieron, qué triste papel y qué mal los recuerda la historia pero (qué baile con el bendito pero) son eso gente, son historia y sí, forman parte de la historia del bicentenario de esta patria, fueron presidentes de este país ¿o no?

Lamentablemente la Historia, así con mayúsculas, es una tipa de lo más chismosa ella, es imprudente y hasta promiscua, tanto es la muy condenada que no se mide, ella cuenta, cuenta todo lo que puede contar, cuenta todo aunque la censuren en algún momento, cuenta y cuenta sin parar y en sus cuentos no hay quien se salve, no discrimina, no elige; si considera que debe ser contado ella lo hace y para peor de males lo deja bien registrado en cualquier papelito que se encuentre por el camino, pero si ella escogió contarlo eso no se va a quedar en el olvido, pueden asegurarlo.

Entonces caemos en qué es lo realmente ético y sincero a la hora de contar la historia, ¿enterrar a los personajes nefastos que forman parte de sus letras? Y eso como para ocultárselo ¿a quién? Por supuesto que en una fecha tan importante para la Argentina lo que se quiere tal vez es conmemorar, enaltecer, vitorear a los “héroes” de la Independencia, eso lo entiendo, y es por uno de los lados que puedo darle la mano a quienes decidieron despedir a dicha profesora por cometer el “error de protocolo”, históricamente hablando, y no incluir solamente a quienes participaron de forma positiva en la Revolución de mayo que es, finalmente lo que se celebraba. Aunque si a ver vamos deberían hasta demandar a Google por haberse equivocado y haber puesto, en su .gif conmemorativo de la fecha que se trataba del Bicentenario de la Independencia y no de la Revolución de mayo, que sí, una cosa llevó a la otra pero no señor, no son lo mismo, y para que se termine de enterar todo mundo (y preparen los motores) dentro de unos cinco años se nos repite el bailongo bicentenario porque ese sí que será el de la Independencia propiamente dicha.

Que a qué voy con todo esto, fácil: la mujer se equivocó en meter en un paquetito de caramelos dos corazones de pollo asado, pero no dejó de contar la historia con los representantes más destacados, a su parecer, de este bicentenario de libertad que hoy Argentina celebra; veamos, incluyó a Mirtha Legrand como una artista que del bicentenario casi que transitó cien años (ejem, es un chiste pero tampoco estoy tan lejos de la realidad ¿o no?) y ha dejado muchas veces cosas que desear en algunos comportamientos asumidos con respecto a su familia, por poner un ejemplo. También incluyó al Negro Olmedo quien, a mi modo de ver, por muy buen humorista que fuera, era bastante misógino y la mitad de los chistes eran diferentes formas de meterle mano a modelos del momento o mostrar parte de sus “talentos” en cámara. Pero ambos, ¡cómo no! Forman parte de la historia de este país, y forman parte muy importante; no son asesinos, pero todos tenemos muertos bien conocidos en el placard, un dicho argento que me encanta, por lo real. La cosa es que no creo que eso ameritara un despido porque, a mi modo de ver, la señora no dice, ni siquiera intenta asomar, que los “malos muchachos” sean ejemplo a seguir, simplemente le dio por ponerse DEMASIADO AMPLIA con la historia y usar el tenedor de la carne cuando estábamos todos comiendo pescado.

Ahora, me pregunto, si todo mundo saltó tan airado, entre ellos varios medios de comunicación que claramente en su línea editorial deslizan una terrible crítica sobre el accionar de la maestra, ¿por qué carambas sigue habiendo una estatua al General Roca en una calle que TAMBIÉN lleva su nombre? ¡vamos! Si el tipo es tan detestable por genocida no me parece más grave un cartelito que lo incluya como personaje del bicentenario a que el muchacho tenga estatua con calle y todo para él solito. Hasta donde tengo entendido, eso nada más se le hace a los héroes de un país y es, justamente, para enaltecer sus virtudes y conmemorar, para siempre, su valía en el territorio.

También me pregunto por qué entonces se enalteció tanto a Perón en los actos públicos sin que nadie reclamara cuando la mitad del país sabe que él estaba bastante de acuerdo con ideales políticos bastante discutibles y hasta hace muy pocos meses se pudieron encontrar y juzgar personajes de las más altas esferas del nazismo de Hitler que todos sabemos que encontraron asilo en este país gracias a él.
La respuesta es simple: porque son historia y punto, porque la Historia no es que la cuentan los vencedores, hoy por hoy no es así, sino que tiene más arriba algunos “chismecitos” depende de quién está mandando cuando ésta se cuenta o se hace conocer. Pero hay gente pensante, confío en ello. Yo no me imagino que me contaran a Venezuela sin Juan Vicente Gómez o Marcos Pérez Jiménez o el mismo Hugo Chávez Frías, aunque sean nefastos tiranos, son parte de mi historia y sean de Derecha o de Izquierda los tres hicieron algo durante el Bicentenario de Independencia de mi patria que les dio un puesto en esos cuentos que ella, nada caprichosa y sí muy verdaderamente democrática, nos cuenta.

AGM.

P.D: Tema propuesto por @OmarConverti. Gracias

martes, 25 de mayo de 2010

¡Vaya marquito adorna el Bicentenario!

Y sí, hay una fiesta importantísima en Argentina, se celebra hoy el bicentenario de la Revolución de Mayo (cosa que se me hizo difícil entender porque tanta fue la pompa mal publicitada que juraba que era el de la Independencia, más consideración con los extranjeros como yo, ¡se me hizo un pastiche en la cabeza!) todo ha sido muy prolijamente preparado para los festejos y, debo decirlo, lo poco que he visto me ha parecido muy lindo, conflictivo para el buen funcionar de la ciudad a nivel tránsito y practicidad, pero lindo, por lo menos, y hasta emocionante.

Peeeeeeeeeero… diría un personaje muy conocido en mi país “¡Qué baiile con el bendito pero!” todo ha sido enmarcado por un desorden farandu-politiquero que me ha dado vergüenza y eso que no soy argentina de nacimiento. Todo ya tuvo un bonito antecedente en horas previas a la inauguración de las celebraciones: la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, le enviaba una simpática cartita al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, para decirle, palabras más palabras menos que no iba a la reinauguración del Teatro Colón porque le caía muy mal y le había sacado la lengua en el recreo… sí, está bien, esas no fueron las palabras, pero ¿no es eso lo que todos oímos realmente al saber el contenido de la carta y las “respetables” razones que la señora esgrimía para no ir a uno de los actos más importantes en el ámbito cultural y a razón del mismo Bicentenario? ¿Y qué me dicen de la respuesta de Macri, enviada a Cristina y a Twitter al mismo tiempo? “aanda anda no seas boludita ¡tonta! Vente y te prometo no halarte las trencitas” acompañado eso con un “vea maestra, soy buenito y yo intenté”. Luego me entero por el bendito y alabado Twitter que la Excelentísima Presidenta, había pedido 1200 (pongámosle dramatismo y digámoslo en letras para que suene más rimbombante: ¡¡MILDOSCIENTAS!!) butacas reservaditas para ella y sus compañeritos de escuela… ¡joder la mitad del Colón! Y, como el otro excelentísimo opositor PRO tampoco se queda atrás parece que le dijo que ni quinientas porque ella también le caía mal y no le simpatizaba el número de tinte que estaba usando este mes la gran señora, que, quiéralo o no el señor Macri y la mitad de los argentinos, resultó ser casualmente la Presidenta.

Bien, críticas más, críticas menos la señora no fue y Macri se sentó contentísimo dando palmaditas de alegría solito en su acto PRO que realmente debía ser un acto pro-cultura, pro-patriota, pro-evolución, todo eso sin las mayúsculas Macri, que tampoco la cosa era tuya. Al final, hasta mejor que no haya estado Cristina y ojalá tampoco hubiera estado Macri, cosa que les parecerá rara, prefiero que haya estado Fort y Rial, la verdad, fuera de las simpatías menemistas que uno tiene y las “narvaístas” o macristas del otro, son más representantes de la cultura de este país que Macri y Fernández, mal que nos pese.

Pero la cosa no queda ahí, no señor, ¡si es que en esta política farandulera que nos rodea no nos curamos de espanto! Resultó que cuando uno, televidente curioso, patriota, fastidiado o simplemente farandulero, sintonizaba el canal 7 (canal del estado)para ver cómo iban los festejos y no perdernos del maravilloso map 3D que se desplegaba sobre la fachada del Colón, se encontraba con un cartelito de “Mírelo eh, maestra, mírelo eh, el jefe de gobierno, Macrito, le vendió los derechos exclusivos a mi enemiguito Clarín y no me dejan transmitir en vivo la reinauguración del Colón”, entonces uno, indignado con el señor gobernador, se iba a sintonizar canal 13 para comprobar semejante atrocidad y, al final del acto, se encontraba OTRO cartelito de “Mentira maestra, mentira mentiritas, todo mundo tenía acceso a transmitir el evento siempre y cuando me hubiera avisado antes, con tiempito, para engancharse con la señal de Clarincito ¡y ella no me dijo nadita! Lo que pasa es que ellos no quieren transmitir un evento eminentemente macrista” y uno se queda con cara de “señorita maestra Jimena” (o sea de idiota), como nos quedamos siempre, sin saber quién diantres miente y, en dado caso, qué coño me importa a mí qué tan mal se caen y si uno le jaló la colita a la otra y la otra le pellizcó el brazo por debajo del pupitre, ¡que lo relevante es la celebración de un evento TAN IMPORTANTE y no sus diferencias políticas! Y, además uno piensa ¿cómo les hago entender que el Teatro Colón y las celebraciones del Bicentenario no son “macristas o kirchneristas” son argentinas ¡y se los dice una Venezolana que sabe lo que significa que politiqueros baratos y represores te secuestren la patria y no puedas siquiera usar en paz tus símbolos para no ser identificados con ciertos sectores políticos!

En fin, argentinos, lo que saco en positivo de todo esto es ver a la gran cantidad de gente que se pasó bien por ahí abajo lo que llamaré EE (Estupidez Ejecutiva) y se aglomeró en toda la 9 de Julio, incluido el Teatro Colón, para celebrar el nacimiento de la libertad de su patria y la reafirmación de que son un país que se preocupa por la cultura de sus habitantes, libres de ideologías y llenos de mucho amor a su tierra. Defiéndanlo, es horrible cuando se siente que lo han perdido. Así que saquemos fuera de este marco tan triste la foto de este momento importante y disfrutémoslo todos como debe ser, sin ellos, con nosotros mismos.
Y Feliz día de la patria, su patria y hoy la mía, argentinos.

AGM.

domingo, 23 de mayo de 2010

Mintamos ¡Da rating!

He escuchado y leído por todos lados críticas sobre el minuto a minuto, el fantasma del rating, el monstruo caníbal que se come a la televisión pero ¡cómo les gusta!

Se preguntarán, como siempre, a qué viene esto, simple, los días que llevo analizando la farándula argentina a través del twitter y los años que llevo comiéndola desde que me vine a vivir a Buenos Aires me han llevado a varias conclusiones, ninguna muy feliz, la verdad. La principal de todas es que no importa qué tan sórdida, qué tan humillante, qué tan desgraciadamente maldita sea una historia, si da rating hay que decirla, repetirla, exprimirla, penetrarla por los poros oculares de cada uno de nosotros. La otra, no mucho mejor que la primera, es que si no hay historia no importa, mintamos a los espectadores estúpidos, y lo peor, insinuemos por todos lados que sí, que es mentira, que se inventa para llegar a la población, que fulanita de tal no es pareja de pascual, o que menganito es gay pero se acostó con sutanita; lo que sea gente, hay que sacar a alguien a la luz, hay que ganarle al tipo del canal de al lado, hay que vender más ejemplares de revistas y periódicos ¡INVENTEMOS QUE PARA ESO NOS DIO DIOS IMAGINACIÓN Y UN PÚBLICO TAN PUSILÁNIME!

Y todo esto con el descaro al que han llegado los medios que, con cinismo, nos dicen y desdicen las mentiras a cada rato y tú ves a un tipo deshaciéndose en lágrimas por televisión y hasta sientes compasión por él pero dos horas más tarde lo ves repitiendo como un lorito “Fulanito me vistió, el otro me peinó y gracias a la loquita del camarín que me maquilló la mala cirugía”. Lo peor es que tienen razón todos, la gente lo sigue viendo, la gente se ríe de que la engañen y hasta se da por engañada sin problemas y este fenómeno va invadiéndolo todo, va invadiendo sectores tan serios como, por ejemplo, la fuente de Sucesos ¿quién no recuerda el circo horroroso de lo grotesco que armaron con la familia Pomar? ¿y qué me dicen del noticiero mostrando el cuerpo ultrajado, desnudo y muerto de Dora Dalmasso?
Ah pero es que no creyeron que este fenómeno es exclusivo de la fuente de farándula ¿verdad? No, es invasión total en todos los ámbitos, ¡hasta las propagandas!, he podido ver preguntas en el twitter como “cuál crees que es la mejor propaganda del mundial?” y una micro discusión de un defensor de la de Quilmes contra otro de la de Nike.

Pero me voy de tema, que eso es ya casi competencia natural; la cosa es ver cómo el rating hace que los “famosos” desde periodistas hasta vedeticas pierden todo sentido común, además, sin remordimiento alguno. Ya les voy contando chicos, la cosa traspasará la televisión ¿no se han fijado que Twitter ya parece una pista de carreras de “famositos” a ver quién es el que más recoge “seguidores” y cuál es el más divo y contesta menos a los que, pendejos que somos (no por jóvenes sino por idiotas) podemos pensar “ahora podré tener un intercambio real con fulanito”? Sí, es cierto, seguramente a algunos no les da la mano para responder a “tutirimundachi” pero por lo menos puede ser un tanto deferentes, hacer como los menos petulantes y decir “Los leo a todos aunque no pueda responderles” y de vez en cuando comprobar que el dedo no se cae por dos click y retwittear a alguien (les dije que los estos cibertérminos me enferman?) o agradecer cuando se les da una data o se les aconseja o se les contesta a sus más tontas preguntas.

Una cosa me queda clara, casi es preferible admirarlos de lejos, con todo y sus mentiras ratingueras a decepcionarse de cerca cuando notamos que a veces no saben ni escribir.

Y que siga el rating, hoy mi twitter midió 10 puntos ¿y el tuyo? ¡mañana me invento un cataclismo ciberespacial a ver cuánto pendejo cosecho! Si no puedes vencerlos úneteles parece ser la consigna.

AGM

viernes, 21 de mayo de 2010

Si es en los medios no son errores son HORRORES ortográficos!

He venido hablando del papel importante que tienen los medios de comunicación en la sociedad, últimamente más referido a la responsabilidad en la información que otra cosa. Pero resulta que la responsabilidad no solamente corre por cuenta de la veracidad de lo dicho y evitar generar o hacerse eco de rumores alarmistas y tétricos por alargar minutos de aire o tener segunditos de fama; también corren por la importancia que adquieren para las masas como lugares donde todo cuanto se dice se cree y el CÓMO se dice es lo correcto.

¿A qué viene la perorata? Bueno, fácil, en un solo día, en dos medios de diferentes países pero que arrastran un mundo de personas que los siguen con respeto y fidelidad total, vi crasos errores de ortografía en diferentes frases escritas. Sí, el cómo hablan también suele ser bastante cuestionable, pero eso es tema de otro artículo, éste es sobre la palabra escrita.

En televisión, programa periodístico que se respete suele tener leyendas escritas bajo la pantalla, llamadas Generador de Caracteres (GC) o Videograf, que sirven para aclararle al televidente de qué tema que se está hablando o de quién se trata la persona que están viendo en pantalla. Últimamente se ha implantado la modalidad también de subtitular alguna conversación que consideran que no se entiende claramente, lo cual me parece, por otro lado, muy útil. Pues bien, el problema está en que no sé quiénes se encargan de escribir estos videograf o subtítulos pero me provoca preguntarles 1) ¿cuál es el divorcio que tienen con los acentos? Y 2) ¿cómo es posible que cometan errores ortográficos que hasta al más “ingenuo” le salta a la vista? Sí, la gente no tiene que saber latín, por ejemplo, pero hasta en un baño de subterráneo puedes leer la frase “Vox Populi” (la voz del pueblo) y se sabe que no se escribe “BOX populi” a menos que estén hablando de una nueva marca de cajas gringa.

Continuando con las mayúsculas: a ver si nos comprendemos, las mayúsculas, les guste o no, se acentúan, sino África terminaría siendo “Afríca” en pronunciación; la mayúscula no exime la entonación y el acento simplemente denota eso, la entonación correcta de una palabra; sí, es verdad, qué fastidio con este sistema arbitrario que llamamos lenguaje y el más arbitrario aún de las leyes de ortografía pero por algo se implementaron y mientras nadie tenga una idea mejor pues respétesele, esas reglas, al contrario de lo que se cree, nos facilitan una comunicación más fluida y con menos posibilidades de errores de interpretación.

El otro error que vi, no sé si es más grave o no, porque el medio llega a las masas, no tanto como la televisión, ciertamente, pero es ESCRITO y se supone que quienes trabajan en un periódico (o diario, como le dicen en Argentina) no solamente están preparados para ESCRIBIR sino que además cuentan con correctores que “filtran” aquellos errorcillos “involuntarios” en los que pueden caer los periodistas. De este modo casi me resulta imperdonable que en un artículo periodístico serio encuentre frases como “el toro lo envistió” cuando quiere decirse “embistió” (y aclaro porque la palabra “envestir” existe, pero con un significado diametralmente opuesto al usado en el artículo).

¿No se dan cuenta de que la gente hoy por hoy cree que todo en TV o cualquier medio de comunicación piensa que todo aquello que lee ahí está a salvo de errores? Regresemos a la responsabilidad de la comunicación gente, siendo benévola y recordando la materia que propuse en mi artículo anterior, creo que la ortografía deberían dictarla en “Responsabilidad III” así no reprueban la materia en los primeros años…

AGM