miércoles, 19 de mayo de 2010

Gustavo Cerati- Crónica de una noticia nacida en Twitter

Este lunes, alrededor de las diez de la noche recibí las primeras informaciones: “Gustavo Cerati aparentemente tuvo un ACV isquémico y no puede caminar”. Aparte de mi admiración al cantante y el hecho de vivir en Argentina el motivo de esta data es haber estado siempre rodeada de periodistas y tener una inclinación natural a la noticia. En seguida investigué, intenté confirmar y conseguí confirmación del Accidente Cerebro Vascular, sin más detalles, así que decidí informarlo a través de la red social Twitter, a Jorge Rial, rey del periodismo de la farándula Argentina, para que él, si le interesaba, contactara seguro algunas fuentes y pudiera confirmar e informar con más credibilidad y alcance que yo.
No tuve medida de la bomba que había soltado hasta que mi correo empezó a estallar con seguidores uno detrás del otro. Tengo la cuenta de Twitter desde hace varios meses y algunos modestos veinte seguidores. Repentinamente crecía esa cuenta y en menos de diez minutos tenía por lo menos 30 más. Solté tontamente la pregunta “Vaya, qué hice que me están siguiendo tantos” y automáticamente mi propia respuesta mental y otra de un nuevo seguidor bien argentino “soltaste una bomba nena y a Jorge Rial ¿sabés algo más?” y sí, sabía mucho más, mis teléfonos estallaban y yo ya había contactado a todas las fuentes que tengo en Venezuela. Así que me tomé en serio lo que estaba haciendo y me puse a investigar más profundamente. Comenté que bien podría no haber sido un ACV isquémico, como se había comentado, pero que se caía de maduro que no era una simple descompensación, como se había informado y hasta bromeado al respecto, luego de tres días de internación en el Centro Médico Docente La Trinidad (CMDT) que conozco muy bien, ni por “cholulismo” (palabra muy graciosa argentina que denota a los que siempre están detrás de un famoso, es como un “farandulerismo” alguien enfermo por ser reconocido y acercarse a los famosos es un “cholulo”) iban a tenerlo internado de gratis por tantos días.
En seguida el hermetismo se adueñó de la situación y mi contacto en el hospital simplemente me podía confirmar que la situación no podía ser feliz, había visto y fotografiado a los músicos de Gustavo consternados y llorando luego del diagnóstico, ese mismo día. La nota la publicaría, con foto incluida al día siguiente. Intenté hacerme con la foto pero fue imposible, sobre todo con la velocidad que se iba regando la noticia y los rumores más catastróficos. Era necesario calmar un poco a las personas que querían información veraz y más responsable. Decidí, claro, no subir todo cuanto me dijeran, solamente aquello que estuviera confirmado o lo que estuviera por confirmar pero no fuera alarmista sin necesidad. Así informé simplemente que sólo se podía hablar de las reacciones que se veían por los pasillos de la clínica sin afirmar diagnósticos: sí, los músicos estaban alterados y Cerati se quedaría un día más internado, por lo menos; sí, la situación era delicada, Cerati no podía comunicarse ni emitir sonidos, el episodio cerebral se había dado lugar en el hemisferio izquierdo de su cerebro que afecta el lenguaje, entre otras cosas.
Me encontré en una disyuntiva, como todos sabemos, tanto secretismo alrededor de un ídolo, genera, no solamente especulaciones sin sentido, sino amarillismo y sensacionalismo. Leí en un par de lugares que afirmaban la muerte del músico y por otros que simplemente no pasaba la noche. Las personas comunes, los fans de verdad, los curiosos, todos los que tenían derecho de algo más certero, preguntaban y, no sé por qué, me seguían atentamente. Yo repetía informaciones y respondía como podía para mantener tranquilo el nerviosismo porque si algo me ha quedado claro en estos casi cinco años viviendo en Argentina, es que el argentino no es fanático a secas VIVE a quien decide seguir, lo vive con una pasión pocas veces vista y AMA como si de su brazo se tratase desde un equipo de fútbol hasta un programa de variedades. Así que no podía simplemente guardar silencio ante lo que me iba llegando, tenía que informar, sin alarmar y preguntar, porque no soy periodista y neuróloga menos. Luego de ir dando todas las informaciones que me llegaban me encontré con la sorpresa de que finalmente su página oficial daba un comunicado con un diagnóstico, no muy lejano a las primeras informaciones que había recibido “ACV isquémico transitorio” y así lo retwiteé. Prometí confirmar más informaciones y me desconecté de Twitter.
Durante la noche investigué algo más en internet y, como todo lo que se investiga por la red, me alarmé. El martes me levantó más información desde mi teléfono: La situación de Cerati se agravó, parece que no puede comunicarse ni mover la parte derecha de su cuerpo. Alrededor del mediodía me confirmaron la información “Afasia y Hemiplejia”, está estable, esperan a que evolucione naturalmente el ACV. Me empezó a seguir un neurólogo quien, muy seriamente, me explicó que ese diagnóstico NO se condecía con lo que estaba sucediendo, un ACV isquémico transitorio no duraba más de 24 horas, recordemos que Cerati estaba internado desde el sábado y, una cosa es clara, si estuviera recuperado o en vías de una franca recuperación seguramente ya lo habrían informado.
Por otro lado se filtraban informaciones desde la Clínica y no a voz de los periodistas. Declaró la encargada de las “imágenes” (nunca supe el nombre) y afirmó que la situación era muy complicada y se estaba agravando, fue de la primera boca que a mí me llegó la confirmación de que transitorio no era nada. Declaró también uno de los neurólogos tratantes, mención aparte al respetable doctor que dio declaraciones a medios argentinos pero se negó a darlas a los venezolanos, periodistas son todos y la información hoy por hoy no tiene dueño por más de cinco minutos. Decía, uno de los doctores que lo atendió comentó que se había presentado el músico con un cuadro de ACV isquémico, omitió esta vez lo de transitorio, y explicó que había que esperar evolución para dar un diagnóstico más acertado, sin embargo confirmó que el estado de Cerati era grave. Por mi parte todo esto lo iba colocando en Twitter y antes ya había retwitteado (estos términos de redes sociales me enferman) lo que el neurólogo me había enseñado minutos antes. Sorpresivamente en Venezuela, casi al mismo tiempo, el director del hospital tiraba un manto de confusión al decir que estaba estable y en su habitación mientras que los rumores ha habían alarmado sobre su ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), info que se derrumbó enseguida, a mi teléfono, desde la clínica, me llegaba la información “Cerati se agravó, lo van a operar de un edema en el cerebro, la situación es muy grave, va de urgencia” y al twittearlo, minutos más, minutos menos, el neurólogo que me sigue me explicó, en términos clínicos lo que yo había informado y que no hacía más que confirmarle lo que horas antes ya me había explicado.
Ya parte de los músicos había partido a Buenos Aires y su hermana de Buenos Aires a Caracas, ella misma pidió a los médicos no dar declaraciones, es la información que me llegó y que yo traduje como “familiares piden a los médicos no dar declaraciones”. Un par de horas estuvo Gustavo en operación para aliviar la presión intracraneana producida por el edema. El daño, se estimaba, era realmente importante pero no se podía afirmar qué tanto y qué tan alto era el riesgo de vida.
Mientras tanto fui leyendo noticias de todas partes del mundo y ya me había enterado del antecedente de una tromboflebitis, también una obstrucción de las venas de las piernas, donde, supuestamente ya se le había recomendado cambiar un poco los hábitos de vida y, por sobre todas las cosas, dejar de fumar tanto. Todo lo iba haciendo llegar a mis seguidores. Fui dejando migas tipo Hansel y Gretel, la gente no es estúpida, no es para que saquen o no conclusiones sino para que sepan lo que está pasando y todo cuanto se dice. Me abstuve, sí, de colocar links que no se basaran por lo menos en el sentido común de informar. Y así, yo misma siguiendo las miguitas de pan pude hacerme y hacer a todos un panorama más fidedigno de lo que realmente estaba pasando. Pasando en limpio: Cerati había sufrido el sábado por la noche, luego de un Show donde él mismo afirmó necesitar descansar porque nunca se había sentido tan cansado, un Accidente Cerebro Vascular Isquémico, que no es otra cosa que la obstrucción la carótida cerebral que, en su evolución, generó un edema que tuvo que ser drenado ya que el cerebro está guardado dentro de una “caja”, que es el cráneo, que no se expande como podría ser en otros lugares del cuerpo, por lo que se generaba una presión fatalmente peligrosa para el funcionamiento del mismo, de ahí la emergencia para operarlo y la obviedad de tener que ingresarlo luego en Terapia Intensiva, o UCI como se le conoce en el ámbito médico, donde, como su nombre lo dice, se intensifican los cuidados que necesita un paciente, es evidente, no es nada más para alarmarse en vano, luego de semejante intervención, el destino correcto es ése.
A media tarde uno de mis seguidores se presentó como periodista de Tiempo Argentino y me pedía un número para comunicarnos y así poder contarle bien todo cuanto yo sabía, de este modo me comuniqué con Florencia (perdón mil perdones, pero no escuché nunca bien el apellido) y le dije, ya sin el límite de caracteres y pudiendo comentar la información extraoficial que manejaba y, justo poder desmentirle la versión de algunos medios argentinos que decían que Cerati había sufrido más de un desmayo y que había ido a algún centro médico donde había sido desestimado su estado y enviado de vuelta al hotel; no es cierto, la información es que al terminar el concierto, en camerinos, Cerati se quejó de un fuerte dolor de cabeza, en el lugar fue atendido y de ahí partieron a la clínica donde está internado aún, es una obviedad gente: hasta por cholulismo, si quieren, o parejerismo se diría en Venezuela, llega CERATI a una clínica, se queja de dolores de cabeza y desmayos y NADIE lo va a mandar a su casa sin revisarlo y menos con unas pastillitas analgésicas. Eso no pasa ni aquí ni en la China. Cualquier hijo de vecino sabe que un cuadro así no se regresa a su casa sin por lo menos programar un encefalograma. Lo digo por mi caso, llegué una vez con dolores de cabeza recurrentes a una clínica y solamente dar esa sintomatología por lo menos mereció la atención, un examen básico y la programación de un encefalograma, por si acaso. En fin, es lo que hace el secretismo tonto, hacer crecer bolas y bolos sensacionalistas, la mayoría falsos o extremadamente exagerados.
Ya el resto del día me dediqué a seguir recogiendo informaciones de todos lados y reuniéndolas en mi twitter que, para ese momento, ya tenía un número importante de seguidores toditos preguntando si tenía algo más que decirles. Varias veces me llegaron noticias de un agravamiento, de muerte cerebral, de muerte a secas, no imaginan lo que era. Los periodistas en la Clínica cada vez accedían a menos pero el ojo de quien busca la noticia es muy aguzado, a veces solamente observar el ambiente te da un estimado de la noticia. Anoche me confirmaban que estaba en coma, decidí no comentarlo en twitter, no tenía sentido porque la gente que lee se alarma ante ciertas palabras aunque éstas puedan resultar lógicas ante el cuadro presentado.
Ya para esa hora se había organizado una vigilia en Caracas para enviar las mejores energías a Cerati, sí, es un ídolo y no solamente de Argentina, es un artista completo y merece la retribución, como también merece que no se mienta sobre su salud. Hoy las informaciones son igual de herméticas aunque por lo menos los medios han conseguido más partes médicos. Se dice que pasó la noche estable, está en estado crítico, que implica riesgo de vida y se confirma el coma inducido, pero de nuevo les repito, no se alarmen en vano, es una obviedad, a Gustavo Cerati le dio un ataque en el cerebro, y todos sabemos lo delicado que este órgano es; se le tuvo que drenar un edema, se le ha tenido que intubar porque, al caer en ese estado, es lógico que no respire por sus medios, se le induce el coma porque forma parte del tratamiento post-operatorio; se tiene que esperar la evolución y se da un estimado de tres días (72 horas) que es lo que se hace siempre en estos casos. No, no se puede hablar morbosamente de cómo quedará, es algo también lógico, si se ha confirmado daño cerebral a Cerati le espera todavía descubrir qué es lo dañado y cómo recuperarlo con tiempo, paciencia y el apoyo de sus más cercanos, sumado a la gran suerte que tiene de que no solamente sus allegados lo apoyan sino medio planeta.
Y si quieren tener más esperanzas, como las quiero y tengo yo, comento lo que dije anoche cuando hablé a Radio del Plata: los ACV son algo así como una ruleta que va del 00 al 99, solamente cuando la bolita deja de girar se sabe el resultado y luego de ello se sabe qué se gana y qué se pierde. Tengo dos casos cercanos de ataques al cerebro, uno que se restableció totalmente con la rehabilitación correcta y en muy poco tiempo, y otro que lleva alrededor de seis meses con un tratamiento exhaustivo y disciplinado y ha arrojado buenos frutos, éste último caso de una persona que también había sufrido una afasia (término que conocí ayer) y que hoy ya se comunica bastante fluidamente. Todo depende de los dependes, como dicen por ahí. Por lo pronto no nos dejemos guiar por rumores, no sigamos matando ni el cerebro ni el cuerpo de Cerati y, por sobre todas las cosas, no sigamos matando la información más veraz. Paciencia, todo se va sabiendo y yo seguiré contándoles cada cosa que sepa y hable responsablemente del estado de salud de Cerati, no olvidemos que sí, es un gran músico, es no solamente un ídolo argentino sino hispanoamericano, pero también es un ser humano y todos los seres humanos merecemos respeto.
Finalmente y casi sin querer me convertí en una “corresponsal twittera” como le dije a Flore cuando me preguntó “¿cómo te presento?” y sí, tengo días haciendo trabajo de información antes de Cerati y lo seguiré haciendo luego de él. Las noticias continúan y yo pretendo formar parte de la noticia, lo lamentable en mí es lo que dije en uno de mis Twitts “Qué vocación de trabajar de gratis la mía”, lo que sí les puedo asegurar es que no me hago eco de rumores sin basamento y que estoy a favor de informar por encima de cualquier hermetismo inmerecido tanto para nosotros como para el objeto de la noticia.

3 comentarios:

  1. felicitaciones por tu nuevo blog, ahora hay que darle manija (prensa)

    ResponderEliminar
  2. Excelente crónica. Creo que el periodismo ganó una maravillosa reportera digital,donde precisamente està el futuro del periodismo. Espero que los jóvenes reporteros puedan leerte. Una cosa más, gracias por el respeto a la información, gracias por el respeto a los lectores y,principalmente, gracias por el respeto a ese grande que regaló el sàbado pasado, posiblemente, el mejor de sus conciertos al pueblo venezolano: GUSTAVO CERATI.

    ResponderEliminar
  3. Ya lo sabes. No puedo decir que esté sorprendida de tu talento y tu inteligencia, de tu agilidad a la hora de escribir y ese estilo propio reconocible que te caracteriza que emerge incluso en este reportaje periodístico. Lo que si estoy es orgullosa. Orgullosa de ti y orgullosa del trabajo que has hecho. Conociéndote seguro que ha sido exahustivo y al pie del cañón a cada momento, a pesar de los pesares. Un abrazo.

    ResponderEliminar