jueves, 8 de julio de 2010

De los medios y el maltrato

Hace semanas estoy viendo con horror, para decirlo de la forma más cursi y común porque no me da la originalidad para adjetivarlo de otra, cómo en los medios no solamente se ventila el maltrato a otro ser humano, y nótese que no hablo de mujer exclusivamente, hablo de cualquier ser humano que, estando en inferioridad de condiciones, es maltratado emocional, psíquica y físicamente.

Comencemos con el caso más criticado: Victoria imbécil Vanucci y el Ogro malnacido Fabbiani. Resulta que en una especie de “chiste interno” todo mundo notaba fácilmente en el medio un “apocamiento” de la mencionada modelo, miedo en su cara, inseguridad en sus acciones, nerviosismo en sus palabras; la verdad yo no notaba nada, pero uno, asistente mudo de esa pastillita de opio venida en forma de pantalla encapsulada, creía que si tanto roncaba el río alguna piedrita mínima traía. En fin, casi con aires de victoria (juá, qué irónica la casualidad con el nombre de la “maltratada”) un día los medios se desayunaban con una bandera de ¡exclusiva exclusivaaaaaa! Cuando la muchachita se dignó a hacer una denuncia. Durante casi una semana se le sacó jugo hasta a las semillas de esa fruta mostrándonos incluso una denuncia y testimonios (gente de la policía ¿me quieren decir dónde está la seriedad del sistema judicial si cualquier tipo en la TV puede tener acceso y mostrar un documento que debería ser privado y tomarse con un mínimo más de seriedad?) y la “maltratada” se vistió de “maltratadora” gritándole a periodistas que no se metieran en su vida (¿tienes idea de en cuál cajón de zanahorias perdiste ese derecho Vanucci?) y ¿saben por qué? Porque esto del maltrato se da con aquellos que tienen “poder” y aquellos que no lo tienen, en este caso el poder lo ejerce ella porque los medios, tan carroñeros como se comportan, se alimentan de la porquería que van dejando estos seres tan tristemente famosos, y se las dan de dignos pero, convengamos, son simples instrumentos que se alimentan de la bosta que los nuevos pseudofamosos van dejando ¿o me equivoco?

Pum, veamos el segundo tiro: Vanucci se desnuda, se empegosta de sangre artificial y se muerde el labiecito para ganar bastante plata y no dejarse ver como niña maltratada porque, si lo es, le importa un soberano bledo. Ahí saltaron dignos los periodistas todos, la señalaron como que se burlaba de las mujeres maltratadas, que le daba una bofetada a aquellas que no pueden salir de ese infierno y no tienen cámara para defenderse (¿alguien me explica el exabrupto? Las mujeres no deberían necesitar cámaras sino sistema judicial funcional) Pero, qué baaaaaile con el bendito pero, ¿me equivoco o son los mismos periodistas que se matan de risa con la pobre mujer que va con pepas en la cara, culo caído y celulitis hasta en los dientes a ser, si no la novia de Fort, su sirvienta a cambio de un “listiin”(SIC)? ¿me fumé el control remoto o hablamos de los mismos periodistas que se matan de risa de la miseria humana de un hombre travestido que grita a todo viento que es una diva y que va a girar tanta carta documento que será suficiente para empapelar el fálico Obelisco?

Días después un guardaespaldas usado de payaso por Tinelli es echado de su trabajo y vapuleado porque aún siendo “tímido y mudo” tenía más protagonismo que la niña mimada del chocolate, Fort; el tipo era un empleado, el poder lo ostentaban el deforme y el verde (porque Tinelli, no sé qué te pasó o si era tu mujer la que te ponía en vereda, pero luego del divorcio pareces un decadente viejo verde descontrolado y desbordado, haciendo cualquier cosa por el éxito de tu programa) y de todo se dijo, de todo se hizo, y contra todo pronóstico el tipo no cayó en chantajes y los mandó a la mierda, pero con una fama que no quería y no sabe manejar y un trabajo menos y estos tiburones, que manejan este podrido medio y, además, tienen el poder económico, hicieron de todo para dejarlo bien mal parado, tanto que usan su imagen, impunemente, para ser maltratada de verdad, a punta de golpes, escupitajos, insultos “de mentirita” pero decadentes…

Y eso, también ES un maltrato.

La cosa, obviamente, no se detiene ahí, pum, vamos a otro disparo: La tipa con cara de yo no fui que trepó bastante en dólares pero se atrevió a cansarse de la humillación pública, Virginia Gallardo, de ahora en adelante conocida con el epíteto de “la que se atrevió a decir que no”. La tipa, no crean ustedes que es que se preocupó por el maltrato que ya recibía otra mujer, Silvina Escudero, sino que no se calaba ser tan abiertamente la cornuda del pueblo y de la fábrica de chocolates, agarró sus cachachás y dejó al tipo al que lo peor que le puedes hacer es dejarlo en evidencia y dejarlo sin que él te haya dejado previamente (sí, suena estúpido pero así de absurdo es totalmente real, él se indigna porque lo dejen luego de que él patea pero más si es que previamente él no lo ha hecho) Bueno, me disperso, la que se atrevió a decir que no pues, le dijo que no, mil veces, y resultaba hasta bufonesco verlo decir “pero no te entiendo, no sé qué me quieres decir” y la otra desgañitándose un no por triplicado y devolviendo un anillo que ya sabíamos todos que era de “Tifanis” (sic) y que la tipa le había costado mucha plata y que ya no tenía Mercedes ni departamento y bla bla bla… todo un circo de la humillación y la bajeza, por parte de ambos, seamos claros, porque si bien la que se atrevió a decir que no, parecía más digna, no ha dejado de usar su “poder” y se va llevando por el camino a cuanta otra arrastrada (LoRe implicitus) había en el camino y las nuevas que pretendan dejarla sin su tajito (Ericas varias) lo que me lleva a otro pum disparo: Castings para ser acompañante prostituta, perdón, novia de adorno, de Fort.
Y ahí volvemos a los que ostentan el poder y los que no tienen ni poder de pensamiento, ni siquiera el poder de la dignidad, Tingueli (como le dice un querido seguidor) suelta uno de sus cada vez más desubicados chistecitos y dice que va a prestar su prestigiosa productora para hacer un casting de novias y sale el otro feliz y contento saltando cual señor cara de papa con resorte a decir que sí, que como todas dicen que él les ofrece plata, ¡él va a escoger una para darle plata! (sí, inteligente respuesta pero muy obvia, aunque, nota aparte, por un momento creí que alguien lo estaba asesorando mejor pero no, fue una ilusión provocada por la sed de algo mejor en la TV y se me dio un oasis falso del que prometo que ya me recuperé) ¿hace falta que hable del maltrato a cuanta pobre mujer tonta y con escasos recursos intelectuales y morales apareció como carne de cañón para toooodos los programas de la tarde postulándose para tan dudosamente meritorio puesto laboral? Por supuesto en Ideas del Sur lo que llega son aquellas “trabajadoras VIP” que ya ha conocido el medio y han conocido a medio mundo privadamente y desfilan sus ganas de ponerse y reponerse siliconas en el cuerpo hasta quedar deformes cual Fort diseñe a su imagen y semejanza.

Pero no, no señor, se viene uno de los peores pum del día, uno que yo misma presencié y que me decidieron a escribir este testamento en el que pocos llegarán al punto final: Una suerte de monstruo deforme que no es ni hombre ni mujer, muy mal comparado con un hipopótamo, conocido como Oggi Junco, va hoy a ejercer su derecho mediático de una silla frente a la TV en uno de los programas más vistos de chismes varios de la tarde a decir que no hizo algo que sí hizo, y ¿saben por qué lo sé? Porque por cosas del perverso destino yo estaba ahí, a dos pisos de distancia y les narro a continuación lo que yo viví: entro al lugar en cuestión y por casualidad veo pasar a este personaje como alma que lleva el diablo hacia adentro del edificio, le comento a mis padres que ahí iba otro mediático de los que ellos tanto se ríen y se sorprenden de que existan (comprendan, somos venezolanos, estamos acostumbrados a unas aberraciones, más de tinte político, y no a éstas como bien sería a la inversa) y les cuento medianamente de quién se trata, sin embargo como nos ocupaba otra cosa no hablamos más del caso. Subimos a uno de los departamentos, dos pisos debajo de donde acontecieron los hechos y minutos después empezamos a escuchar a una mujer pidiendo auxilio, tan desgarradora y desesperadamente que mi mamá comenzó a ponerse nerviosa y mucha gente se asomaba a las ventanas interiores de la torre; se escuchaban golpes contra muros, cosas quebradas, gritos de ella, solamente de ella, y cada golpe sonaba como si se fuera a caer el edificio entero. Lógicamente llamamos a la seguridad del edificio y a la policía. Como 15 minutos duró el escándalo y de repente un portazo. Estuvimos un rato asustados, nosotros dentro de uno de los departamentos y los demás dentro de los suyos. Al bajar el alma de periodista de mi mamá y la mía nos hizo esperar a la policía, que llegó como media hora después, tres funcionarios, le preguntamos a uno al bajar y nos dijo que había efectivamente una mujer muy golpeada y esperaban al SAME porque estaba todo muy mal en ese departamento, que el culpable ya no estaba y que no sabían quién había sido. Por supuesto yo nunca relacioné, hasta hoy, al boca de hígado podrido de Oggi Junco, con este episodio, apenas me interesaba la salud de la mujer. Al llegar la ambulancia esperé, pregunté a uno de los paramédicos al bajar y nos dijo que la mujer estaba muy lastimada y que no había podido decir mucho pero que parece que la había golpeado “una amistad de ella” que se había ido ya. Lo último que supimos ese día es que estaba tan mal que tenían que bajarla en silla de ruedas y que el departamento estaba destrozado.

Hoy me sorprendo al ver que esta historia era realmente que Oggi Junco le había dado una paliza de la nada a una tal Lucrecia Ceballos, con antecedentes psicóticos ella, que vive sola en ese edificio y, al parecer, le había rayado el auto a un “afecto” de este tipo por lo cual pues, cual animal de arena griega, se fue a “hacer justicia” y descargarle su ira a golpes. Pero ¿saben qué me sorprende más? Que a la golpeada Jorge Rial, el mismo que puteó hasta el cansancio a Victoria Vanucci por “burlarse de las mujeres golpeadas y cagarse en ellas” (sic) hoy llamaba a Lucrecia Ceballos “mortadela” y se reía con Oggi de cómo esta tipa había saltado a los medios con ese nombre gracias a que Mariana Nannis, esposa de Claudio Caniggia, al enterarse de que el jugador la había tenido de “amante” declaró que éste “no iba a cambiar caviar por mortadela”… Oggi, visiblemente nervioso al mentir, dijo que no veía a esta mujer desde el jueves y que el viernes pasado, cuando le dio la paliza, no había ni siquiera ido a ese lugar; yo, a santo de no poder creer lo que veía, por twitter le escribí a Jorge Rial y a Luis Ventura que yo estaba ahí, que presencié todo, que vi al tipo entrar como loco, que escuché los golpes, que supe el estado en que había dejado a Lucrecia, todo esto sin respuesta más que las matadas de risa que se echaban en el piso de Intrusos y yo me pregunto ¿con qué moral descalifican a Vanucci si hicieron exactamente lo mismo pero sin maquillaje para la producción fotográfica?

¿Saben qué pasa? Que en este medio el tema del maltrato es como la serpiente que se muerde la cola, aquí el más “fuerte” se come al débil y punto, nadie tiene moral ni compasión, ni solidaridad por el maltratado. Ahora mismo veo a RSM burlándose de la situación titulando este caso como “riña de gatos” y al impresentable de Tortonese muerto de risa mofándose a su forma horrorosamente grotesca, como todo él, de lo que al final es: un hombre, bien grandote, que le pegó a una mujer, drogada, loca, psicótica, puta NO IMPORTA a ver si entienden, es una mujer que estaba sola y fue ultrajada por un hombre.

En fin, cabe indignarse ¿verdad?

Esta noche seguro veremos más muestras, sintonicen, aprendamos todos a pisar al que sea más débil.

AGM.

3 comentarios:

  1. Un artículo excelente, perfectamente detallado, respetando el orden cronológico de las aberraciones mediáticas del último mes y resaltando hasta las cosas que sueles pasar desapercibidas,cosas, que evidentemente, recolectas y ofreces en formato periodístico-sanguíneo. Y es que cuando uno lee y hasta siente la voz de quien lo ha escrito, es ganancia.

    Soy uno de los que se alimenta de esta televisión basura de todos los días. Veo como los pseudo-periodistas de la farándula se casan y se divorcian de sus ideas con una velocidad que dejaría pasmada hasta la mismísima Liz Taylor y todo por dos o tres puntitos de rating, todo por una primicia, por una foto escandalosa, por una confesión rastrera e inhumana, todo por el vil metal con el que se paga la miseria humana que consumimos. Y sí, indigna ver esa clasificación de seres humanos que no muestran pero asoman. Porque Vanucci, una modelito medio simpática vuelta famosa por contar que un novio actor pedía, en el acto amatorio, que le meta una zanahoria por detrás(sí, suena bizarro pero es lo que es) era la amiguita mediática de Jorge Rial, y no crean por ser buenita ella y amiguito él. No, simplemente la tipa salía con esas declaraciones y "garpaba" Pero todo es efímero en esta televisión y un día Vanucci dejó de darle primicias y notas y Rial esperó ver como pasaba el cadáver de la chica que acababa de denunciar los golpes de su marido. Y ahí, Rial, encontró el momento exacto para pegarle una patada en el culo que la mandó al borde del anonimato, porque eso sí tienen los medios, te suben en dos programas y te bajan de un patadón en tiempo récord. Y claro, que aparezca una don nadie, drogadicta, puta o lo que sea, y denuncie que fue golpeada, no garpa. Sí, que el golpeador, un mequetrefe mediático, haga monerías con sus labios al hablar y recuerde a la "mortadela" y un par de boludeces para que todos ahí, los que acusaban a Vanucci de burlarse del maltrato a las mujeres, se rían de la mujer golpeada con su cara hecha mierda.

    Todo eso que AGM escribió de manera impecable, es la televisión. Eso y los arreglos por más rating, los casamientos y divorcios de ideas, la falta de códigos y de memoria y de verguenza, porque no la tienen, la han perdido entre tantas idas y vueltas. Uno se ríe, yo me rio de casi todas las boludeces, pero cuando se pasan los límites y me siento espectador en el Coliseo televisivo, pienso en lo hipócrita que somos. Yo seguiré viendo a Rial, él se seguirá vendiendo como pescado fresco y la mujer golpeada seguirá esnifando, golpeada, ultrajada, burlada...

    Mis felicitaciones, tus letras me enorgullecen, me encanta sentir la pasión con la que escribes y lo bien quelo haces... y ya...

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  2. Escribes muy bien y claro (la aguja en el pajar)

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  3. Dormir ese sueño y es parte de lo que se nos ofrece y consumimos, aún para molestarnos y criticarlo lo consumimos, sabemos de que se trata, se nos mete por los poros sin que nos demos cuenta.
    "A medida que la necesidad es soñada socialmente el sueño se hace necesario. El espectáculo es la pesadilla de la sociedad moderna encadenada que no expresa finalmente más que su deseo de dormir. El espectáculo es el guardián de este sueño". (La Sociedad del Espectáculo de Guy Debord)

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